¡Hola por ahí! ¿Cómo estáis? 

Hoy os cuento lo que hago entre otras cosas y es ser azafata de vuelo, la verdad que quería compartir con vosotros algunas fotos como decimos nosotros, estas son las vistas desde la oficina. Este trabajo me ha traído gente maravillosa, experiencias únicas y me ha hecho probarme más y mejor. Cuando una persona es positiva, ve lo malo pero valora absolutamente todo y esa soy yo.

Os cuento alguna curisidad de este trabajo, sabéis que ¿los azafatos no podemos donar sangre y que después de tres años trabajando ya nunca podremos donar órganos? Esto se debe a la cantidad de presión a la estamos expuestos, cuando estás en el aire y sientes que te hinchas es normal, todo tu cuerpo se hincha es decir también tus órganos y estar tantas horas a más de 12.000 metros de altura tiene sus consecuencias, tambíen hay que recordar que el transporte más seguro es el avión. No tengáis miedo a volar, no tengáis miedo a vivir.

¡Qué ganas de volar!

Con amor, Lara

Últimos posts