“El buen humor es un tónico para la mente y el cuerpo. Es el mejor antídoto para la ansiedad y la depresión.
Es un activo empresarial. Atrae y mantiene amigos. Aligera la carga humana.
Es el camino directo a la serenidad y la alegría.”
Grenville Kleiser
Cuando reímos el cerebro libera endorfinas, las que ayudan aliviar el dolor ayudando así aliviar la depresión. Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Esto ha sido demostrado científicamente cuando se descubrió que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos justo un segundo después de reír. Entonces ¿dónde está la risa en nuestro cerebro? En la zona prefrontal donde reside la creatividad, capacidad que nos ayuda a resolver y afrontar las dificultades. Reír activa así ciertas áreas cerebrales haciéndonos sentir bien y ver los problemas menos graves, sintiéndonos menos estresados.
La risa nos aporta diferentes beneficios no solo mentales también físicos:
– Favorece el pensamiento creativo y la imaginación.
– Reduce la ansiedad y el estrés, cuanto más reímos, más endorfina segregamos, incrementando con ello el bienestar.
– Reduce la presión arterial y aumenta nuestra capacidad respiratoria, previniendo de este modo infartos y ayudando a la oxigenación de nuestros órganos. ¿Cómo sucede esto? Fácil, al reír a carcajadas cogemos más aire.
– Refuerza el sistema inmunólogico, la risa genera producción de anticuerpos que lucha contra bacterias y virus. (Ahora más que nunca hay que reírse a carcajadas.)
– Mejora la digestión y la eliminación de grasas, al contraer los músculos del abdomen, aumentando así el proceso digestivo.
– Relajación de la tensión muscular y fortalecer y tonificar los músculos que no utilizamos habitualmente. ¿Sabías que cuando reímos a carcajadas se activan más de 400 músculos?
– Rejuvenecimiento de la piel, cuando reímos el corazón bombea más rápido y entra aire en los pulmones, mejorando la ciruclación y la oxigenación y también eliminanos toxinas. Así la risa tiene un efecto tonificante en nuestro cuerpo.
– Aumenta la autoestima, con todo lo dicho hace que nos sintamos mejor y nos valoramos más.
– Mejora la memoria, al oxigenar el cerebro y relaja la mente.
– Produce lo que llamamos resilencia, al desarrollar la capacidad de reírnos de nosotros mismos y nuestros problemas, relativizando las dificultades desarrollamos la capacidad innata que nos permite superar situaciones negativas y salir fortalecido de ellas.
– Potencia la empatía y reciprociad, al activar en nuestro cerebro las neuronas espejo que permiten la imitación y ponernos en los zapatos de otros.
– La risa es seductora, según los estudios, la risa es un arma infalible de las mujeres para seducir a los hombres, mientras que a la inversa no funciona así, parece que preferimos hombres serios pero que nos hagan reír. Estoy en desacuerdo con esto, hombres del mundo rían mucho.
Tenemos diferentes tipos de risa:
La conocida sonrisa de Duchenne es la que más se asemeja a esta risa que nos produce tantos beneficios. Esta es la risa espontánea o genuina, la que surge de forma natural de la expresión de emociones positivas o por contagio a través de las neuronas espejo.
La risa estimulada, es la consecuencia de una acción sobre el cuerpo que provoca una risa como las cosquillas.
La risa ensayada, esta se produce de manera intencionada y por lo tanto no está asociada a pensamientos o emociones.
La risa inducida, es la risa que te provocan las drogas.
La risa patológica, es cuando no tienes control sobre su expresión, lo que dura o su intensidad. Es una consecuencia de lesiones en el sistema nervioso y sucede muy a menudo. ¿Conocéis a alguien que en velorio le entre la risa o en situaciones catastróficas y no pueden controlarlo? No les hace gracia simplemente no pueden controlarlo.
Conclusión, para que la risa tenga todos esos beneficios tiene que ser una risa natural, espontánea, como cuando estamos con los amigos contando chistes. Hacer chistes en el trabajo también incrementa la productividad y aumenta el entusiasmo por lo que se hace.
